CAPÍTULO 10: TRISTE NOTICIA
Llegó el lunes.
Enric, consternado, se dirigió a sus alumnos:
-Supongo que ya os habréis enterado de la triste noticia, la muerte de Carla, vuestra compañera de clase...
Se escucharon murmullos y algún que otro llanto.
-No sabemos que habrá podido ocurrir. Al principio, la policía había pensado en un suicidio.
Pero hay indicios de que no ha sido así... No os puedo contar más sobre el asunto, ya que no tengo más información.
Estaba mintiendo.
Su amigo, el comisario, le había filtrado que según los expertos de la policía científica, el incendio había sido provocado.
Y no sólo eso: una vecina había visto a una persona con gorra, traje negro y gafas oscuras corriendo en dirección contraria a la casa de la chica.
Esa descripción, coincidía con el individuo que aparecía en las cámaras del metro cuando hubo el asesinato del indigente.
Lógicamente, no podía dar tanta información a sus alumnos, puesto que todos contaban como sospechosos.
Él mismo estaba en la lista y ya había sido interrogado por la policía.
Por lo menos, esta vez no había nada raro como lo otro que también se había visto por las cámaras del metro y que le había causado pesadillas en las que revivía un terrible y extraño suceso ocurrido durante su adolescencia.
Lo malo es que a causa del incendio y las explosiones, la mayoría de pruebas habían sido destruidas.
Se estaban revisando las llamadas tanto al fijo de la casa como las del móvil de Carla, pero no había nada por el momento que ofreciera una sospecha de quien podía haber cometido los dos crímenes.
CAPÍTULO ONCE: El alumno pródigo
