Capitulo Quinto

CAPÍTULO 5: LA CARRERA DE LA MUERTE

CAPÍTULO 5: LA CARRERA DE LA MUERTE


Era el primer año que se hacía algo así en la ciudad.
La Discovery Underground era una carrera subterránea sobre las vías del metro que ya se había efectuado con éxito en Madrid y ahora le tocaba a Barcelona.
Con un total de 300 participantes, entre los que había sido seleccionado Joan.
Su entrenamiento previo había sido bastante intenso y se encontraba suficientemente preparado como para poder superar el reto.
Una vez oído al aviso de inicio, se dispuso a correr con moderación, para no cansarse antes de tiempo.
Mientras lo hacía, iba evaluando a los demás corredores, en busca de los más resistentes para no perderles de vista.
Según avanzaba la carrera y se iban encontrando con más obstáculos, muchos se empezaban a quedar rezagados.
Joan seguía a ritmo constante, puesto que sabía que sólo así cuando quedaran pocas estaciones para la meta podría realizar un sprint final.

El trayecto empezaba en la estación Universitat y acababa en Gorg, en la Línea 2.
Era increíble la sensación que se sentía, puesto que el muchacho acostumbraba a hacer buena parte de ese trayecto casi a diario por el transporte suburbano.
Él sabía que no iba a ganar, puesto que había corredores profesionales, e incluso alguno ya había participado con éxito en la de Madrid, pero esperaba al menos acabar en buena posición.
De hecho, cuando se encontraba a la altura de la estación de Clot pudo discernir que delante suyo tan sólo habrían unos 15 participantes aproximadamente, lo cual le dio aún más energía para cumplir su objetivo. Aumentó un poco más el ritmo y, a la altura de la estación más cercana a su hogar (La Pau), se dio cuenta de que se encontraba nada más y nada menos que en quinta posición.
Era el momento de empezar a sprintar y, justo cuando iba a realizarlo, algo oscuro apareció de la nada e intentó agarrarlo, pero lo que fuera no esperaba el cambio de velocidad de su víctima y Joan pudo escapar.
Eso sí, se llevó de recuerdo varios arañazos en el brazo.
Entonces lo recordó: La noche de su iniciación en los asesinatos alguien o algo hizo mucho más que él con su víctima el indigente, justo en el mismo túnel por el que había pasado.
Fuera lo que fuera, era la misma criatura que le había atacado, así que de ahora en adelante se aseguraría de no volver a pasar más por dicha estación...
Al llegar a la meta, dijo que las heridas se las había realizado en un tramo en el que las vías se encontraban muy cerca de las paredes y seguramente habrían objetos que se las produjeron.
Se las curaron y le pusieron la antitetánica por prevención.
Él no lo sabía, pero la criatura acababa de probar su sangre y le podría encontrar en un rango de 3 Kilómetros a la redonda...

CAPÍTULO SEXTO: El seguimiento